Samuel Olvera, maestro de inglés

La pandemia lo dejó sin empleo, pero una idea desesperada lo puso en una situación que nunca hubiera imaginado.

Conoce la historia contada en primera persona por el propio Samuel Olvera, donde narra las dificultades que ha tenido a lo largo de su vida para cumplir con su sueño de ser docente y ayudar a las personas.

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Mi historia comienza en Estados Unidos. Nací en Fullerton, California, pero a los ocho años llegué a México junto con mis papás y aquí nos quedamos. 

Es la versión contraria a lo que pasa con la mayoría de los mexicanos que migran a los Estados Unidos, que una vez que llegan allá ya no se regresan. En el caso de mi familia nadie regresó a suelo estadounidense.

Esto a pesar de las dificultades económicas, ya que desde que llegamos a México y en la medida en que creció la familia, a mis papás no les alcanzaba para lo básico de la casa. 

Mi mamá se dedica al hogar y mi papá siempre ha sido chofer de transporte público, su sueldo no era suficiente y debido a esto comencé a trabajar desde muy pequeño, ya que soy el mayor de cinco hermanos.

Desde que estaba en la secundaria, comencé a ayudar económicamente a mis padres. Trabajé de todo, laboré en panaderías, purificadoras de agua, fui ayudante de albañil, también fui encuestador.

Esto con la finalidad de aportar recursos para salir de la complicada situación económica, pero nunca dejé de estudiar. A pesar de todo esto, acabé la universidad y para pagar mis estudios universitarios trabajé en una imprenta haciendo serigrafías, grabados de letras en vidrio, estampados en ropas. 

Me gradué como licenciado en informática, soy informático pero descubrí que había algo que me gustaba mucho más que eso.


Mi verdadera vocación

Inmediatamente que acabé la carrera comencé a trabajar como maestro de inglés. Comencé a dar clases en escuelas primarias y descubrí que esa actividad me gustaba mucho; me llamó más la docencia que la informática.

Al principio fue complicado porque no tenía experiencia como docente, entonces tuve que aprender toda la parte metodológica de la pedagogía, pero veía que los niños en realidad disfrutaban y terminaban felices con las clases y eso me fortaleció para seguir adelante.

Yo creo que mi verdadera vocación era ser maestro desde siempre, solo que cuando tuve que decidir qué estudiar, opté por la informática porque me gustaba la computación, pero en realidad lo que más disfruto es la docencia.


La pandemia lo cambió todo

La pandemia ha transformado muchas cosas, las condiciones actuales no son fáciles e incluso cambió la manera en que me he tenido que desempeñar profesionalmente.

Lamentablemente por la pandemia cerraron las escuelas por casi dos años y me quedé sin trabajo. Tuve que buscar opciones para generar recursos y proveer lo necesario para mi familia.

En mi desesperación y afán de ayudar a las personas con lo que sé hacer que es dar clases, sin importar la edad de los alumnos, se me ocurrió la idea de hacer un cartel para ofrecer mis servicios.

Le dije a una de mis hermanas que me ayudara a escribirlo, donde informaba que daba clases de inglés virtuales por 15 pesos (75 centavos de dólar) la hora. 

Al día siguiente salí a la calle, caminé por el metro Bellas Artes en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Estaba lleno de entusiasmo y esperanzado en que de esta manera, las personas interesadas me ayudarían y yo los ayudaría enseñándoles otro idioma, así todo era mutuo. 

Una historia viral

Fueron solo dos días que salí con el cartel (16 y 17 de julio de 2021). Me acuerdo que unos jóvenes pasaron y me preguntaron si me podían tomar unas fotos y las podían compartir. Yo no sabía mucho hasta entonces de redes sociales, por lo que no le di mucha importancia.

Con esos dos días en las calles mostrando el cartel y unas fotos que me tomaron, me convertí en algo viral en las redes sociales. 

Me di cuenta que era viral, cuando algunos medios de comunicación me escribían y me solicitaban entrevistas, esto me pareció muy extraño porque nunca imaginé eso. Algunos artistas e influencers también publicaron mensajes en sus redes sociales, pidiendo a sus seguidores que me apoyaran.

Me di cuenta de esto el 20 de julio de 2021, porque noté que llegaban muchos mensajes vía Whatsapp, les contestaba y les daba información sobre los horarios de las clases.

Pero ya no podía responder a todos los mensajes, por la cantidad en la que llegaban a mi teléfono. Ahí decidí que ya no iba a salir a las calles con mi cartel y que mejor iba a atender a todas las personas que pedían datos o información.

Yo esperaba algo muy diferente, que todo fuera paulatino y nunca pasó por mi mente esta situación, jamás me imaginé que me podría convertir el algo viral.


Nueva oportunidad laborales

Gracias a las personas que me han apoyado compartiendo la información o inscribiéndose en el curso, he recibido un impulso muy importante en todos los sentidos, sobre todo en la parte económica y con esto podemos avanzar un poco más en el ámbito familiar.

La situación actual ha sido tan buena para mi, que aunque ya reabrieron las escuelas donde trabajaba, no pienso regresar a dar clases ahí porque el proyecto se ha convertido en algo de tiempo completo.

Esto me permite tener ingresos y también me abre las puertas para ayudar a más personas, porque aquí en México los cursos de idiomas son muy costosos y una manera en que puedo retribuir todo el apoyo es de esta manera, con clases accesibles pero con la proyección de que se puedan certificar en algún momento. 

Incluso me han contactado personas de otros países como de Argentina y España; otra que vive en Londres y necesita aprender inglés. 

Una de las mayores satisfacciones que he tenido con las clases en línea, es que tengo una conexión muy interesante con los más pequeños, que se divierten y están contentos con los métodos que aplico, algo que me recuerda mucho cuando iba a las escuelas antes de la pandemia y eso lo he retomado de esta manera.

Ahora les puedo decir que es cierto que hay momentos muy complicados, donde se sufre mucho pero hay otros llenos de plenitud y felicidad, esos hay que disfrutarlos al máximo.

Sé que el entorno es muy complicado, que la pandemia ha sido muy dura para todos y que a veces la mente nos engaña y juega en nuestra contra, hace que todo lo veamos negro, nos hace pensar que no hay un mejor futuro y nos debilita emocionalmente, pero hay que tratar de encontrar siempre una motivación para superar eso que se nos atraviesa en el camino y rebasar los obstáculos.

Para los interesados en las clases que ofrece Samuel Olvera, lo pueden contactar en el teléfono 5528415526


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